Radio Kalle ¡Que no calle!
Síntesis de la entrevista con Gonzalo Sarmiento (director), La Kalle, Vallecas, Madrid.
Asociación Cultural La Kalle es una asociación sin ánimo de lucro que, desde 1986, da apoyo al desarrollo integral de las personas en situación de riesgo o exclusión social del barrio de Vallecas, en Madrid. Su acción se articula a través de acciones socioeducativas, inserción sociolaboral, formación y la búsqueda de empleo. Durante el confinamiento, ha generado el podcast Radio Kalle ¡que no calle! IVoox
¿Cómo surge la idea del podcast Radio Kalle ¡Que no calle!?
Como director de programa de la entidad me toca ver desde arriba qué pasa con todos los perfiles profesionales que nosotros tenemos: educadores, técnicos y orientadores laborales. Tengo que ver las dificultades y mirar de resolverlas. En aquel momento, la pregunta que se me repitió multiplicada por los quince trabajadores era: ¿qué hacemos?
Ahora que no podemos hacer las cosas que normalmente hacemos, ¿cómo las haremos?
Durante el confinamiento, el equipo de educadores manifestaba preocupación respecto a la adaptación de las actividades presenciales como el taller de carpintería y el de microinformática. No se encontraban soluciones sustanciales a las preguntas: ¿qué hacemos?, ¿con qué herramientas?
Frente a esto, yo tenía que dar una respuesta y no tenía ninguna. Seguí buscando y, sin querer, me llegó que una entidad tenía un podcast, una radio. Nuestro trabajo está al lado de una radio. No había que ir muy lejos, sino mirar al lado, incluso dialogar con esta gente o volver a hacer cosas que históricamente ya habíamos hecho. Hay una aproximación a la innovación que consiste en el hecho de volver a hacer cosas que hacíamos hace quince años, y para nosotros el podcast es una innovación, otra vez, después de tantos años.
Decidimos utilizar la radio para preguntar a la chavalería qué opinan, grabar las opiniones y darles un formato, de forma que fuera más interesante. Por un lado, era una experiencia de trabajo directo con las personas y, de la otra, también una forma de decir que estábamos presentes, que estábamos trabajando, que existíamos, en este concepto de esencialidad.
Decidimos que se podían conectar muchas cosas de las vivencias, los jóvenes nos decían, por ejemplo: «Mira, hemos tenido que pedir comida en la Iglesia» o «no tenemos dinero, ayúdanos»; toda esta parte más asistencial nos conectó con otras realidades. De repente, nos gritaba gente de redes de alimentación del barrio que en aquel momento estaban creciendo mucho; aquí en Vallecas hay una que se llama Somos Tribu que, además, creció en otros aspectos como los culturales y relacionales, y, por esta razón, contactaban con nosotros.
Lo importante de esta idea del podcast fue que unía muchas cosas. Por ejemplo, salió la idea de hacer vídeos donde poder dar explicaciones sobre qué se podía hacer y qué no, sobre cómo lavarse las manos. También hicimos una parte de vídeos informativos, en la cual los educadores hacían un reportaje muy sencillo, una cosa muy concreta. También decidimos explorar otros lenguajes que podían ayudar a la chavalería a comunicarse. Obviamente, el lenguaje oral requiere un dominio en el cual ni siquiera la mitad se maneja bien, los chicos con los que trabajamos tienen bastante dificultad para expresarse, como pasa también con la expresión escrita. Y además, investigamos también en el universo de la fotografía.
La radio ha venido a canalizar una temática semanal que el equipo de educadores estaba tratando respecto a la realidad que estábamos viviendo. Organizamos el contenido en secciones. El primer episodio fue un experimento en el cual, jugando con mi hija, entrevistamos alguien. Pensamos que podía ser entretenido, algo ligera, como explicar chistes; también pensamos que podíamos hacer trabalenguas, porque la chavalería se soltara a la hora de expresarse. Además, les propusimos que se expresaran de forma seria sobre el tema, es decir, que opinaran de forma breve sobre la radio.
Para La Kalle es muy importante todo el tema de la mujer, intentamos que toda nuestra manera de trabajar sea educación feminista o nos intentamos acercar a ello el máximo posible. Por eso de aquí surgió la idea de dar un espacio a la mujer joven, protagonista y paralelo. Nos aseguramos que este tema esté presente y de este modo surgió otra sección.
A medida que iba pasando el tiempo, nos íbamos inventando más cosas, eliminaban otras, o insistíamos en algunas en particular. Intentábamos enviar GoogleForms para involucrar la chavalería que no se quería expresar de ninguna forma, para ver si, proporcionándoles un test de respuesta corta o de cruz, que solo implicara seleccionar una respuesta, aportaban más, de alguna manera. Esto funcionó también, pero tenía la problemática que es muy difícil después construir un relato sobre una respuesta tan sencilla, y finalmente abandonamos la propuesta. Con el equipo de educadores decidimos que las temáticas tenían que ir más allá y tratar aspectos contingentes relacionados con la emergencia social y sanitaria, dado que la chavalería estaba recibiendo ayudas de comida siendo parte de alguna red de solidaridad.
La dinámica de trabajo
Los educadores contactaban con la chavalería por teléfono o por WhatsApp; esta era la única conexión que teníamos establecida. Entonces desde aquí fuimos descubriendo cosas que estaban sucediendo, pero no podíamos hacer mucho más.
Por un lado, descubrimos de primera mano la falta de manejo de la tecnología por parte de los chicos y la falta de conectividad. Entonces tampoco era tan sencillo. Por otro lado, había todo este otro mundo que no podíamos ver, y del que solo teníamos una intuición, con poco rigor científico, por ejemplo, del tipo: «tengo la sensación de que esta chica en casa no está bien». Tenemos históricos, conocemos la chavalería y sus situaciones familiares. Pero aquí vemos que, en unos casos, no era solo que no estaban bien, sino que no se estaban comunicando bien; o sea, que se estaba comunicando peor que normalmente. No sabíamos cómo indagar estas situaciones y aquí apareció la idea de hacer un programa sobre el autoconocimiento: Conociéndonos. Entonces, entrevistamos un asesor emocional y le preguntamos sobre lo que pasa cuando te sientes mal. ¿Qué es estar en cuarentena? ¿Qué pasa con las emociones? A partir de entonces, a los chicos también se les preguntaban las mismas cosas: ¿qué pasa con las emociones?
Todo fue desembocando en una forma de trabajo donde nosotros solo hacíamos la estructura del episodio y dinamizábamos un poco la presentación en la radio y ellos iban aportando el contenido. En el caso del grupo de chicas que estaba trabajando sobre el autoconocimiento, la educadora que lleva este grupo iba proponiendo temas sencillos y les proponía que escribieran algo sobre eso. Una vez hecho este trabajo previo, editábamos los contenidos. Todo lo que proponíamos estaba vinculado con alguna temática de trabajo que ya se estaba dinamizando por parte del grupo de educadores. No se trata de unidades temáticas, sino de unidades temáticas transversales de trabajo. Nos parecía importante que los equipos de trabajo también sintieran que los contenidos del podcast estaban integrados en el conjunto de líneas temáticas de la entidad: por ejemplo, el hecho de trabajar sobre el autoconocimiento, sobre la solidaridad y sobre la participación.
Para variar fuimos asociando ámbitos temáticos vinculados a alguna fecha en concreto, como el 21 de marzo, el día contra el racismo, y el 20 de junio, el día del refugiado; de este modo, hemos podido integrar también estas temáticas. Para dialogar. Y después cada educador trabajaba con su grupo durante la semana para que hicieran fotos, enviaran los audios, y trabajaran.
Al principio, llegaban audios de muy mala calidad, donde los chicos casi no hablaban, entonces entendimos que este era el trabajo del educador, porque los educadores tienen que trabajar con ellos. Al principio, lo que se hacía era enviar al grupo de WhatsApp de los chicos las instrucciones para enviar los audios y las preguntas a las cuales se tenía que responder. Así no funcionaba, entonces decidimos trabajar uno por uno, mirando de explicarles la situación, el por qué, los objetivos, hacia donde va, como se hace cuando estamos presencialmente. Aquí se fue mejorando de alguna manera.
Utilizar la voz en lugar del estímulo visual para crear vínculo entre las personas
Para escuchar la radio te tienes que concentrar, si te pierdes algo no puedes volver atrás, en el podcast sí que puedes volver atrás, pero aun así tienes que estar concentrado, tienes que estar atento, despertar tus sentidos. Por esta razón, con el podcast durante la cuarentena podíamos llegar mucho más profundamente que con una herramienta de videollamada como un Zoom, donde la parte visual añade todo un conjunto de distracciones. Además, con este engaño que nos han vendido que las nuevas generaciones lo pillan todo a la primera porque son nativos digitales se generan todo tipo de confusiones. Es cierto que tienen un cierto control de los elementos visuales de las plataformas, pero se dispersan mucho. A veces notamos que descubren un detalle y esto nos llama la atención, pensamos que están en todo, pero realmente no estaban en nada. Por esta razón, el Zoom ya no nos parecía la herramienta adecuada, en cambio el podcast permitía que se escucharan a ellos mismos y que escucharan a los otros, que procesaran de otro modo la información.
El hecho de trabajar en este proyecto del podcast de emergencia también me ha ayudado a transformarme a mí mismo. Se ha transformado también de alguna manera la chavalería, porque los hizo parar y los hizo escuchar. Y ahora algunas cosas son referencias para ellos. Ahora que nos vemos, con su metro y medio de distancia, hay cosas que nos vienen a la memoria de la radio; por ejemplo, nos explicamos estos chistes malos que alguien explicó y reímos, tenemos recuerdos colectivos, que ya son nuestros recuerdos, a pesar de que no estuvimos juntos. Este elemento, más allá del conocimiento generado, hace que tengamos recuerdos conjuntos, recordemos que tuvimos momentos de proximidad. Con un programa a la semana, trece episodios, sí que generamos ese espacio, una nube emocional donde viven recuerdos que son colectivos, pero que en la realidad del día a día no existieron materialmente. No estuvimos juntos físicamente, pero sí que estuvimos juntos en un espacio imaginario que creamos cada cual, en nuestro lugar, a través de la escucha.
A pesar de que, en La Kalle, como entidad, no trabajamos sobre el sistema familiar —trabajamos directamente con los chicos sobre su realidad individual y sobre esta construimos—, una gran parte de las que escuchaban el podcast eran las madres. Los chicos nos decían: «Mi madre, después de prepararnos la cena, se echaba al sofá, se ponía la radio y yo la sentía reír». Por esta razón, el podcast nos sirvió también como un espacio de comunicación con las familias, un vehículo que nos permitió conectar con otro tipo de cuestiones. El hecho de usar un lenguaje adulto, no un lenguaje infantil, permitió a las madres conocer la realidad de nuestra acción con sus hijos.
Impacto
Lo que me ha aportado la experiencia del podcast, si lo miro desde el trabajo educativo, es el hecho que haya servido a la chavalería como un canal de expresión, y que después haya quedado como un recurso educativo para la entidad, en forma de unidades didácticas, de metodología, de club de escucha o contenido temático para trabajar aspectos como la participación. La experiencia nos deja un material didáctico que va más allá del hecho radiofónico. Se trata de un material que tiene un valor in situ, en el momento; permite también trabajar el tema de la documentación, y es un documento histórico con un valor intrínseco muy potente.
Para poder aprovechar al máximo este tipo de experiencia hay que tener cuidado respecto a las expectativas de difusión del material y tener claro que es un trabajo educativo, que las prioridades son prioridades educativas, no de difusión o de éxito radiofónico. Lo que nos permite profundizar en el trabajo educativo es el tiempo, no la ilusión del tiempo de calidad, sino el hecho de volver a recuperar un tiempo humano. Actividades como la de la radio te conectan con lo que es su tiempo verdadero. El tiempo de procesar las cosas.
Herramientas digitales
Como dispositivos, hemos utilizado el móvil y el ordenador. Como software de grabación y edición de audio hemos utilizado una aplicación que se llama Anchor. La plataforma es muy sencilla: te permite grabar, incorporar las pistas de audio, cortarlas, engancharlas, poner música de fondo o algún efecto pequeño y hacer radiodifusión.
También, para la edición de audio hemos utilizado un programa algo más complicado, pero más avanzado como editor: Audacity. Lo hemos usado conjuntamente con aplicaciones en línea que permiten convertir archivos de audio a formato MP3, y, una vez convertidos los archivos, se cuelgan en Anchor para la radiodifusión.
Qué tenemos que hacer si queremos montar un podcast
Escuchar podcasts. Ver cuáles son los tipos, los estilos, los registros, el lenguaje.
Definir qué es lo que queremos hacer, y para qué nos servirá. Una organización que quiera hacer esto tiene que tener claro cuál será el hilo conductor, si serán los valores de la organización, lo que digan los beneficiarios o alguna cuestión que los educadores quieran desarrollar; en otras palabras, definir cuál sería la línea editorial.
Determinar quién lo producirá o si es algo que varía, se transforma según lo que un grupo, una persona o un colectivo decida.
Establecer un equipo de trabajo. Cuando hay un equipo, hay respuestas, entran en el campo más ideas.
En el ámbito técnico, tenemos que tener claros cuáles son los límites de lo que queremos conseguir, porque si no somos técnicos de sonido, es difícil que consigamos un buen nivel técnico. Es mejor plantearnos las cosas de una forma muy sencilla.
Es muy importante reducir las expectativas: estamos en el mundo social, ¡no en el mundo del espectáculo!